Las Confesiones Protestantes

Las Confesiones Protestantes

Este es un estudio de las principales confesiones que se desarrollaron durante la reforma protestante de los siglos XVI y XVII

Por Academia Teológica Charles Spurgeon

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LAS CONFESIONES PROTESTANTES

INTRODUCCIÓN

Este es un estudio de las principales confesiones que se desarrollaron durante la reforma protestante de los siglos XVI y XVII, pero vale la pena preguntarse, ¿Qué valor tiene un estudio así?

1. El estudio de Las Confesiones, siempre tendrá el valor de hacernos entender y apreciar mejor nuestra confesión.

La confesión bautista de Londres es una de las últimas confesiones de la época. Dicha confesión está basada en las que la preceden principalmente, la confesión de Westminster, pero la confesión de Westminster, también es una de las últimas confesiones de toda la época de la reforma, influenciada por muchas otras de épocas anteriores. Un estudio de las confesiones que antecedieron a las más conocidas, nos ayudará a entender todo de mejor manera. Las circunstancias históricas dentro de las cuales se elaboran las confesiones iluminan sus énfasis y su teología.

Una confesión es un documento, y por esa razón, tenemos que interpretarlo, como cualquier documento, pero, ¿Cómo lo vamos a interpretar? Sabiendo el contexto original nos ayuda mucho en esto. ¿Quiénes son sus escritores?, ¿Qué batallas enfrentaron?, ¿Qué buscaban lograr con su confesión? Hallando respuestas a estas preguntas hacemos mejor uso de nuestra confesión.

2. El estudio de las confesiones protestantes, también nos ayudará a ver, cómo se desarrolló la reforma.

Al comparar las confesiones podremos evidenciar varias diferencias, entre esas diferencias, se podrían observar: la corrección de un lenguaje ambiguo del pasado, la demostración de una doctrina que ha avanzado en algún área, o también la omisión de ciertos aspectos. A pesar de estas diferencias, al comparar estas confesiones, también se puede ver algo que no cambia. Una buena confesión se debe tener la capacidad de repetir asuntos claves, ya que preservará, a través de los años, la doctrina recibida desde sus origines. Esperamos que la sana doctrina no se altere y, a su vez, que la buena doctrina se pueda y se deba desarrollar.

Para que una doctrina se desarrolle es necesario que se haga un uso adecuado del lenguaje, a través de la precisión del mismo, la comprensión de conceptos más completos y las distinciones más sofisticadas.

La reforma protestante fue la gran época de las confesiones de fe. ¿Cuál fue la razón? ¿Por qué no se desarrollaron antes?, ¿Por qué hoy seguimos usando confesiones de hace 400 años? Estas son preguntas interesantes, y es por eso que, vamos a buscar respuesta a ellas. El hecho que podemos hoy llenar cuatro gruesos tomos de confesiones reformadas nos habla de la importancia de estos documentos para los creyentes de la reforma.

Sin embargo, aparece un hecho extraño, por el que valdría la pena preguntarse: ¿Por qué habría la necesidad de tener tantas confesiones, si al final de cuentas, la doctrina cristiana debe ser única, y a la vez, concordar entre todas las posturas que se tenga de ella? Y se pone más interesante el tema, cuando pensamos que existen muchísimas confesiones y nosotros en la actualidad, casi no las conocemos.

Hay que aclarar que no las vamos a estudiar todas en este documento, solo aquellas que tienen mayor relevancia para nosotros. Lo que sí es un hecho es que, al existir muchas confesiones, también suscita muchas inquietudes como, por ejemplo, ¿Qué estaban haciendo? ¿En cuánto varían entre sí, las confesiones? ¿Qué podemos aprender de todas ellas?

3. Un estudio de las confesiones nos va a indicar lo común que fue esa práctica de construirlas, para los cristianos de la época de la reforma.

Existen confesiones en todos los rincones de Europa, por lo tanto, no se puede hacer un estudio de todas las confesiones que existen en un solo documento. Es por esa razón, que este texto, solo se enfocará en aquellas ideas que son de gran valor para nosotros.

Las confesiones aquí consideradas, contienen también una gran variedad de posiciones. Así, no solo podremos entender lo que lo que tiene en común, sino también, comprenderemos como expresaban y manejaban sus diferencias.

4. Finalmente, un estudio de las confesiones nos ayudará a entender, el valor del sistema de teología que representa cada una.

Una iglesia puede escribir una lista mínima de creencias, pero ¿Para qué toda una confesión de tal amplitud? La ventaja de una confesión es que no solo traza unas pocas doctrinas, sino que, a su vez, contiene un resumen de un sistema coherente.

La doctrina no se puede manejar irresponsablemente. Si tu lista de creencias es mínima, es máxima la cantidad de doctrinas, sobre la cual puede haber desacuerdos, es decir, no necesariamente va a haber unión sobre el sistema doctrinal, si solo propones como la base de unión, unos pocos puntos de doctrina. El verdadero problema está, en si la doctrina necesita tener un sistema en sí misma, sí se quiere evitar contradicciones e incoherencias. Una confesión lleva consigo misma, algo más que lo mínimo, esto se debe a que incluye un sistema, una forma de organizar y entender diversas doctrinas.

Ser parte de la tradición confesional, es ser parte de una tradición teológica. Uno de los beneficios de una tradición es tener una amplia base de colaboradores, ya que contribuyen no solo aquellos de épocas contemporáneas, sino también, los de las edades pasadas; creyentes de otras edades, enfrentaron y solucionaron problemas, que quizá en la actualidad, ya se han olvidado.

Un claro ejemplo, lo vemos en el Arrianismo del cuarto siglo que es recurrente en los Testigos de Jehová; la refutación de ese parecer ya existe en la tradición teológica del cristianismo. Una confesión ya viene blindada, por decirlo así, contra el Arrianismo. Las confesiones históricas de las iglesias protestantes se armaron por teólogos capaces, reconocidos, fieles, y han perdurado porque están bien elaboradas.

Si no has leído una confesión, te recomiendo que lo hagas puesto que, al hacer una lectura pausada de la rica teología de una fiel confesión, será una gran bendición para tu vida, ya que te refresca como lector, por medio de una sana doctrina; te ayuda a entender mejor la biblia y te conduce a la madurez como cristiano y, por ende, a la madurez de la iglesia en general.

Tener una confesión no es simplemente un lujo o un ejercicio de interés intelectual. Una confesión se hace necesaria para afirmar un ejercicio del cristianismo más robusto, fundamentado y conectado con la tradición cristiana de las todas las épocas.

En conclusión, algunos de los beneficios de hacer un estudio de las confesiones protestantes, son:

• Una ayuda para el entendimiento de nuestra confesión.

• Un panorama más completo del desarrollo de la reforma.

• Permite ver con claridad, una conexión con el cristianismo de las épocas pasadas.

• Nos expone a un símbolo coherente de nuestra doctrina.

• Y podemos añadir uno más: permite mantener buen orden en la iglesia aun, cuando hay cambios de liderazgo.

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